Vertere (Número 21 – Año 2019)
ISBN: 978-84-16446-51-3 – Nº21/2019
EDITAN Y EVALÚAN Diputación Provincial de Soria y
Ediciones Universidad de Valladolid (EDUVA)
INGRID CÁCERES WÜRSIG
MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ-GIL
La traducción literaria a finales
del siglo XX y principios del XXI:
hacia la disolución de fronteras
El presente volumen, que pretende contribuir al actual debate sobre la vertiente sociológica de la traductología, reúne una serie de trabajos, redactados tanto en español como en inglés, cuyo denominador común es la traducción literaria. Debido a su capacidad de transformación en ámbitos que van desde el cultural y estético al institucional e incluso al lingüístico, esta especialidad desempeña un papel central en las investigaciones propias del giro sociológico, tal y como demuestran las trece propuestas que componen el libro. Se parte de cuatro grandes bloques temáticos, los estudios de corte socio-histórico, las inquietudes identitarias y la hibridación propias de las sociedades transfronterizas actuales, la traducción poética y la práctica de la autotraducción en contextos marcados por la disglosia, para trazar un panorama con el que dar a conocer la dirección en la que están avanzando los estudios de traducción en el campo literario. El retrato que configuran las distintas aportaciones apunta a la disolución de fronteras entre lenguas, identidades y géneros literarios, al tiempo que el conjunto de la obra cuestiona enfoques de traducción tradicionales y abre así nuevos horizontes.
Materia destacada Thema: | CFP : Traducción e interpretación | |
Materia destacada IBIC: | CB : Traducción e interpretación | |
Materia IBIC: | CFP : Traducción e interpretación | |
INGRID CÁCERES WÜRSIG. Profesora Titular del Departamento de Filología Moderna de la Universidad de Alcalá. Doctora en Filología Alemana (Universidad Complutense de Madrid), Máster en Traducción (Universidad de Cantabria). Su investigación se centra en la historia de la traducción, así como en las relaciones culturales entre España y los países germanoparlantes. En ambas líneas cuenta con numerosas publicaciones en editoriales de prestigio y revistas internacionales (Interpreting, META, Lebende Sprachen). Es miembro de los grupos de investigación Fitispos, Otras Lenguas (OLE-5) y Reception. Publicaciones recientes: «Germanofilia y nacionalcatolicismo: contradicciones en la recepción franquista de Stefan Zweig (1939-1947)» (Revista de Filología Alemana, 2018), «Interpreters in history: a reflection on the question of loyalty» (Multilingual Matters, 2017); junto con Remedios Solano Rodríguez: «La poésie sur la Guerre d’Indépendance espagnole dans le monde germanique comme instrument de propagande» (Presses de l’Université Aix-en-Provence, 2017). Colabora con el CSIC en seminarios y para la traducción de textos históricos del alemán.
MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ-GIL es Profesora Ayudante Doctor en la Universidad de Alcalá, Doctora en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca (2011) y Máster en Traducción y Mediación Intercultural por la Universidad de Salamanca (2011). Su investigación se centra en las representaciones artísticas del Holocausto así como en el papel de la traducción en la difusión de este hecho histórico. Entre sus publicaciones destacan Traducir el horror: la intersección de la ética, la ideología y el poder en la memoria del Holocausto (Peter Lang, 2013) y El papel (est)ético de la literatura en la conmemoración del Holocausto (Dykinson, 2013) así como diversos artículos aparecidos en revistas nacionales e internacionales. Dos de los más recientes son “Censura 2.0 y Holocausto: el control de contenidos y su impacto en la imagen transnacional del genocidio nazi” (2015) y “Las edades de Hitler: De Satán a ser de carne y hueso, pasando por su representación en clave paródica” (2016). Es miembro de los grupos de investigación Reception (UAH), Fitispos (UAH) y Midel (UA). Como traductora profesional, ha realizado trabajos de traducción literaria, técnica y administrativa.
Prefacio sobre la traducción literaria: la traducción como literatura y la literatura como traducción |
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Me honran las editoras de este volumen con la invitación a que prepare un prefacio. En su obra Umbrales (1987), en la que desarrolla las ideas presentadas previamente en Palimpsestos: La literatura en segundo grado (1982), Gérard Genette presenta una prehistoria sobre el concepto de prefacio y sus características formales, su tipología y sus funciones. Al tratar estas últimas, advierte que el prefacio autorial asertivo original tiene por función principal la de asegurar al lector una buena lectura. De esta fórmula desprende Genette dos acciones, la primera de las cuales es condición necesaria, pero no siempre suficiente para la segunda: obtener una lectura y asegurar que la lectura sea buena. Una hace referencia al por qué y la otra al cómo. Con frecuencia, a la hora de promover la lectura del texto, el prefacio destaca su importancia (lo que equivale a señalar la propia necesidad de leerlo) y, en ocasiones, la novedad de la aproximación. En el caso de prefacios de recopilaciones, como el que aquí nos ocupa, es particularmente necesario que resulte unificador, con el fin de evadir la sensación de que la suma de los textos es un producto meramente contingente. El prefacio puede también informar al lector sobre las circunstancias de producción del texto. Con el fin de guiar al lector también se hace preciso ubicarlo y, por tanto, determinarlo. A menudo resulta igualmente deseable advertir sobre el orden presentado en el libro, a modo de explicitación del índice, indicando posibles caminos de lectura, si bien ello es algo debidamente atendido ya en la introducción a este volumen. Aunque, según Genette, la más importante de las funciones del prefacio original probablemente consista en una interpretación del texto o, según sus propias palabras, «en una declaración de intenciones», esta función queda diluida, entiendo yo, cuando el autor del prefacio no es el autor del texto, es decir, en los prefacios alógrafos. Más pertinente, por tratarse de un prefacio de ese tipo, será su vocación ensayística (según afirma Genette, «la dimensión crítica y teórica del prefacio alógrafo lo lleva manifiestamente hacia la frontera que separa –o hacia la ausencia de frontera que no separa netamente– el paratexto del metatexto, y más concretamente el prefacio del ensayo crítico»). Si bien esta dimensión no la encuentro alcanzable, por razones de espacio y por no desear ser redundante (o contradictorio) con lo que el propio texto dice, ello no evitará que haga algunas consideraciones generales. Cabría señalar que si bien no toda traducción es literaria (ni siquiera la traducción de textos literarios), la literatura es siempre –de modo metafórico– traducción. Sobre la primera de estas cuestiones, Gideon Toury (Descriptive Translation Studies and Beyond, 1995) nos señala que en la expresión «traducción literaria» cabe apreciar una ambigüedad sistemática, ya que puede referirse a la traducción de un texto que es considerado como literario en la cultura origen o a la traducción de un texto de tal manera que el producto sea aceptado como literario en la cultura receptora. Según Toury, no hay ninguna necesidad inherente de que los dos sentidos coincidan: aunque es cierto que ocurre así en muchas ocasiones, ambos deben mantener una esencia distinta. El concepto de traducción literaria resulta más amplio (y vago) de lo que cabría imaginar en una primera aproximación superficial. Ello se debe a la propia indefinición de los términos incluidos en el sintagma. Las diferentes lenguas y culturas tienen maneras muy diferentes de entender la traducción, siendo, como es, una actividad eminentemente social, determinada por las normas, convenciones y expectativas del sistema en que se desarrolla, es decir, del sistema receptor. También el concepto de literario es difuso y cambiante, determinado por circunstancias socioculturales, por lo que se resiste a una formalización de sus rasgos intrínsecos. Tal y como he señalado en una ocasión anterior, podemos sugerir que al hablar de traducción literaria cabe referirse a seis realidades diferentes: (1a) traducción literaria de textos literarios (como proceso), (1b) traducción literaria de textos literarios (como producto); (2a) traducción literaria de textos no literarios (como proceso), (2b) traducción literaria de textos no literarios (como producto); (3a) traducción no literaria de textos literarios (como proceso), (3b) traducción no literaria de textos literarios (como producto), siendo el orden de frecuencia con que cubrimos esas designaciones (atendiendo al grado en que resultan prototípicas del propio concepto de traducción literaria) el siguiente: (1a)/(1b), (2a)/(2b), (3a)/(3b). Por lo general, la traducción literaria se suele entender como un ejercicio conducente a mantener no solo el contenido de la expresión original, sino también sus rasgos formales, con el fin de preservar lo que constituye uno de los rasgos fundamentales de los textos literarios, que es su función estética, produciendo así, otra obra literaria. Se deriva de esto que la traducción, como la propia escritura literaria, ha de ser necesariamente creativa. A la hora de estudiar la relación entre creación y traducción, cabe acercarse a esta cuestión entendiendo al traductor como un autor (la traducción como forma de creación) o al autor como un traductor (la creación como forma de traducción). Desde la primera de estas perspectivas, es indudable que la labor de los traductores literarios puede presentar un grado tan alto de exigencia que legitimaría entender que la consecución de su trabajo es tan creativa como la propia realización de una obra literaria; en otros casos, el ejercicio de traducción tiene como resultado un texto tan alejado del original en forma y contenido que ha de entenderse como una auténtica reescritura muy cercana a la creación. Decíamos más arriba que la literatura es siempre traducción. Con la incorporación de los postulados desconstruccionistas a los estudios de traducción, se ha cuestionado la noción de originalidad de los textos originales y la licitud de asumir de forma apriorística e indiscriminada la supremacía del texto original. En este sentido, ha sido fundamental la contribución hecha por Walter Benjamin ya en 1923, en su famosísima introducción a la versión alemana de Tableaux parisiens de Baudelaire, recuperada más tarde por los teóricos postestructuralistas de la traducción. En tal ensayo, Benjamin utiliza el concepto de traducción como continuación de la vida. Jacques Derrida (1987), por su parte, siguiendo a Benjamin, se cuestiona la legitimidad de asumir a priori la supremacía del texto extranjero. Así, en «Des Tours de Babel» afirma que tal texto no constituirá algo cerrado o finito sino que será simplemente el comienzo de una vida que resultará eterna mientras el texto sea traducido. Desde esta perspectiva, lo que hace original a un texto escrito en otra lengua es el hecho de ser digno de ser traducido, lo que equivale a decir que depende de su traducción para lograr su canonización. Todo esto implica que el texto original no es algo autosuficiente, completo e independiente. De hecho, podría argumentarse que el arte es una copia de la realidad, lo que haría todo acto artístico claramente derivativo. La traducción sería la copia de una copia. Incluso podría argumentarse que todo acto de aprehensión de la realidad, que bien pudiera servir como fuente de inspiración creativa, podría entenderse como una forma de traducción. En ese sentido, cabría señalar, por ejemplo, la manifestación de Paul Valéry en su conocido ensayo «Traduction en vers des Bucoliques de Virgile, précedée de “Variations sus les Bucoliques”» (1944): «Écrire quoi que ce soit, aussitôt que l’acte d’écrire exige de la réflexion […] est un travail de traduction exactement comparable à celui qui opère la transmutation d’un texte d’une langue dans une autre». En sentido parecido se ha manifestado George Steiner, en ese tratado de referencia ineludible, After Babel: Aspects of Language and Translation (1975), para quien todo acto de comprensión y expresión implica una traducción: «A human being performs an act of translation, in the full sense of the word, when receiving speech-message from any other human being». Finalmente, por ejemplo, Octavio Paz, en uno de los mejores (¿el mejor ?) estudio en lengua castellana sobre la traducción literaria, Traducción: literatura y literalidad (1975), para quien «aprender a hablar es aprender a traducir». Es claramente sintomático de la dificultad de conceptualizar la traducción literaria el hecho de que las principales fuentes de referencia sobre la traducción no presenten una definición formal y bien acotada de la traducción literaria. Así ocurre con Dictionary of Translation Studies de Mark Shuttleworth y Moira Cowie (1997); Encyclopedia of Literary Translation into English, editada por Olive Classe (2000); The Oxford Guide to Literature in English Translation, editada por Peter France (2000); Key Terms in Translation Studies de G. Palumbo (2009). En The Oxford Handbook of Translation Studies, editado por Kirsten Malmkjaer (2011), y en The Routledge Handbook of Translation Studies, editado por Carmen Millán y Francesca Bartrina (2013), encontramos entradas sobre traducción de prosa literaria, poesía, teatro, y literatura infantil, pero no una entrada general. En los tres volúmenes de la monumental enciclopedia Übersetzung/Translation/Traduction, editada por Harald Kittel et al., se incluye una entrada sobre la «traducción literaria como arte», pero el objetivo principal de su autor, Armin P. Frank, es el de reconstruir conceptos significativos del arte literario en su contexto histórico y ponerlos en correlación con nociones de traducción. Cuando hay entradas específicas, como en la segunda edición de The Routledge Encyclopedia of Translation Studies, editada por Mona Baker y Gabriela Saldanha (2009) o en A Handbook of Translation Studies, editado por Yves Gambier y Luc van Doorslaer (2010), tampoco se presenta una definición formal de la traducción literaria, sino que más bien se describen las posibles funciones o el modo en que puede ser estudiada. A pesar de sus muchos méritos, ni siquiera se incluye en el muy reciente Routledge Handbook of Literary Translation, editado por Richard K. Washbourne y Ben van Wyke (2018), aunque en su primer capítulo Juan G. Ramírez Giraldo presenta un memorable ensayo sobre «The Limits and Forms of Literary Translation». Con las palabras precedentes he querido abordar la dimensión crítica y teórica del tema que ocupa las páginas que siguen, intentado cumplir así la que Genette consideraba una de las funciones principales del prefacio alógrafo. Quedan por atender, mucho más brevemente, las otras funciones por él aludidas. En relación con la unidad de los trabajos, esta debería estar fuera de toda duda si nos atenemos a que todos ellos abordan el tratamiento de una materia concreta, aunque sumamente compleja y poliédrica, como es la traducción literaria. Cabe recordar aquí el título de una obra, publicada ya hace unos años con el título de Unity in Diversity? Current Trends in Translation Studies (1998), en la que los editores, L. Bowker, M. Cronin, D. Kenny y J. Pearson, se esforzaban por defender la cohesión del volumen, a pesar de los múltiples y variados derroteros por los que dicurría la disciplina, principalmente como consecuencia de su propio carácter interdisciplinar. En el caso que nos ocupa, la unidad es, lógicamente, mucho más fuerte dentro de cada uno de los cuatro apartados en los que se ha distribuido la obra, a saber, (1) el marco teórico y estudios de caso desde un punto de histórico; (2) la cuestión de la traducción como escritura híbrida y la traducción de la propia escritura híbrida, con aportaciones procedentes de los Estudios de Género y los Estudios Poscoloniales; (3) la problemática de la traducción literaria por antonomasia, es decir, la traducción poética; (4) la cuestión de la autotraducción, desde la perspectiva de la globalización. La variedad de aproximaciones posibles a la traducción literaria debería servir como elemento diferenciador respecto a otras modalidades de traducción, quizás menos complejas, y por lo tanto como elemento aglutinante. Evidentemente, encontramos aquí referencias continuas a la traducción como manera de acercamiento al Otro. No deja de ser claramente indicativo de nuestra propia naturaleza el modo en que entendemos al que es diferente a nosotros. Podríamos decir que mediante nuestra aproximación a la alteridad –lingüística, cultural, identitaria– nos estamos caracterizando. Traducir al Otro no deja de ser, hasta cierto punto, traducirnos a nosotros mismos. En relación con las condiciones de producción de los textos, cabe señalarse que aquí se han recogido, atendiendo a los rigores propios de una evaluación por pares, una selección de las versiones escritas de las comunicaciones presentadas en el VIII Congreso de la Asociación Ibérica de Estudios de Traducción e Interpretación, celebrado en la Universidad de Alcalá entre el 8 y 10 de marzo de 2017 con el título de «Superando límites en traducción e interpretación», gracias a la organización y coordinación de Carmen Valero, que en aquel congreso se convirtió en presidenta de la asociación, y también de las dos editoras de este volumen, Ingrid Cáceres Würsig y María Jesús Fernández-Gil, todas ellas profesoras en la Facultad de Filosofía y Letras de aquella universidad y plenamente implicadas en la materia docente e investigadora de la traducción. Con el arbitraje antes aludido queda validada la fiablidad académica de los trabajos, en términos de su calidad, originalidad y rigor científico. En relación con el contexto de publicación, queda señalado que el volumen será incluido en los monográficos Vertere, que con este alcanzan ya su número 21 (lejano queda ya el primer número publicado, en 1999, con un texto casi clásico de Roberto Mayoral sobre La traducción de la variación lingüística). Al igual que otras publicaciones del Proyecto Hermēneus dirigido por Juan Miguel Zarandona en la Universidad de Valladolid, como es la revista Hermēneus y la colección de traducciones ignotas Disbabelia, esta colección ha venido dando al lector en lengua castellana amplia variedad de material académico de gran calidad sobre cuestiones de traducción. |
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Luis Pegenaute Universitat Pompeu Fabra |
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